A confesión de parte...

La realidad me gana. Soy incapaz de inventarme esto.
Me lo he encontrado en Noticiero Digital: Chávez quiere más tiempo para aprender a GOBERNAR.
Adjunto el extracto revelador para que el mundo entero lo vea y entre en la misma estupefacción lulz-ística que yo:

Según Chávez, un mandato de cinco o seis años es apenas un “curso básico” para un presidente, por lo que se requiere más tiempo para aprender a gobernar.
“Yo apenas he hecho un curso básico, a lo mejor tengo que hacer un posgrado. Ya van ocho años, pero todo capitán de barco debe conocer a su tripulación, las aguas donde se mueve, las profundidades, la potencia de los motores, las velocidades máxima y mínima. Después de ocho años, estamos en capacidad de acelerar la marcha del barco, si no lo hacemos estaríamos perdiendo una gran velocidad”, señaló.

Y estamos hablando acá de un señor que entregó su trasero a alta velocidad una vez que su golpe de estado no funcionó.
Aunque siendo que el habla de marina cuando se supone que dónde estuvo fue el cuerpo de paracaidistas... hmmm... no se, no se, no creo que un teniente coronel del ejercito nacido y criado en los llanos y que lo más marítimo que se habrá montado antes de llegar a la presidencia habrá sido un peñero para los islotes en Morrocoy y Mochima (o algún yate de financistas sospechosos) esté en capacidad de dirigir un barco... Y menos siendo este sujeto el que, según algunos que lo conocen de la milicia, logró llevar a la quiebra la cantina (en el sentido de venta de comida, no en el de venta de licor) de la que él estaba encargado. Cómo se las agencia uno para quebrar una cantina situada en un lugar estratégico con un público cautivo en todos los sentidos escapa por completo a mi comprensión.
Aunque su teoría explicaría porqué ningún gobierno la ha pegado acá desde que declaramos la independencia... eh, wait...
¿No que cierta gente hasta el mero año pasado andaba diciendo que al tipo dizque no lo dejan gobernar? Pues con la insultadera, la troleadera, la sapeadera y el espectáculo humorístico unipersonal que anda montando, obvio que no tiene tiempo para esos menesteses. Mejor que se sincere y se dedique a labores de showman mientras le deja el país a gente que sepa: gerentes de empresas exitosas, docentes comprometidos, diseñadores gráficos con talento, obreros constructores instruidos por los del Extreme Makeover Home Edition, niños de 5 años, y campeones nacionales del SimCity en todas sus versiones. O mejor, que el señor vaya reaprendiendo como gobernar en un ámbito más pequeño antes de lanzarse con una nación grande; que practique con la junta de condominio o la junta de vecinos, o algo que no sea la conspiración conspiranoica contra el gobierno de turno. Y que no le devuelvan la silla hasta que logre que la comunidad sea financieramente independiente, se encuentre en buen estado de mantenimiento y los residentes no estén despuesto a entromparlo en la entrada del estacionamiento con trinchetes, antorchas, rifles de servicio, cohetones tumbaranchos y lubricante anal.