miss_lia: (Maybe you're right)
miss_lia ([personal profile] miss_lia) wrote2008-02-04 12:00 am

La Septima M, un resumen (Capítulo 3)

Heme aquí, en un cambio de aires con respecto a reseñar la política venezolana, resumiendo un episodio de la Opera prima de Doña Paquita del Patio Francisca Solar (La del fic de los Altos Elfos esos) como un merecido favor para nuestro muy querido sporkeador estrella, Starknight. Dada la promoción y propaganda que he recibido del tocho, decidí pedirlo prestado para confirmar con mis propios ojos si la cosa era así de mala. Si, también tengo genes masoquistas: la prueba mayor es que me vi los 26 episodios completos de Ragnarok The Animation a pesar de haberme dado cuenta de lo mala que iba a estar la cosa desde el episodio 2.
Me pregunto si Paquita la habrá visto, porque de ser así se explicarían muchas cosas sobre cómo construyó sus personajes.

Una recapitulación de los episodios anteriores, para que no tengan que ir a ver las ediciones anteriores en dónde lo de Star-kun:
Tras un prefacio de danza interpretativa, un alto oficial de la policía le encarga a su hijastra Sophie Mary Sue que investigue unos suicidios misteriosos en un pueblo perdido por el quinto moño. El encargo es escuchado vía Skype por un paparazzi de lo macabro alto pana de la Sue Sophie (Sue-phie de ahora en adelante), de quien de paso se nos dice que es forense, tanatóloga (sepa dios lo que la Paca quiere decir con eso, porque es una disciplina con múltiples interpretaciones), agente Mulder en entrenamiento, y enferma mental bajo medicación. La chica además tiene mother issues, y, como Marco el de los Apeninos a los Andes, quiere encontrar de nuevo a su mamá. Al final nuestra Sue se marcha al pueblito junto con el paparazzi de lo macabro y un sujeto apodado El Matasantos, nombre real Marcos Feliciano, que se nos intenta vender como un sujeto inteligente y escéptico pero que en realidad es un hombre de paja anti-lógica, anti-ciencia y anti-inteligencia. No que los otros dos sean muy listos que digamos.

¡Y al capítulo tres! Paca lo ha titulado "Hombres de Negro", y no puedo menos que asociarlo con las películas de Will Smith y Tommy Lee Jones. Honestamente...
Star-kun no lo mencionó, pero nuestra autora maravillosa empieza cada capítulo de su magna obra con una cita de alguna canción relacionada con el tema del capítulo. La cita de este dice algo de entregarse a la locura en el camino, y no puedo menos que estar de acuerdo, puesto que nuestros tres charas actúan como orates.
Nuestros intrépidos protas llegan a un aeropuerto de provincia, rentan un vehículo "«Dentro de las posibilidades monetarias del sector público»", y se lanzan a la aventura en una carretera que ni sabemos como es. De hecho, a Francisquita se le olvida informarnos de detalles clave que uno debe inferir del texto, y aún así se toma su tiempo en darnos las pistas. Tarda dos páginas en decirnos quien maneja, seis más en darnos las posiciones de los otros dos, y doce para hablarnos del estado de las vías por las que ruedan. Encima, en vez de decir quien es el que maneja directamente, la autora le llama la primera vez "el tipo al volante".
Francisca no le tiene respeto a sus personajes.
La primera mitad del capitulo se va en establecernos aún más a los personajes y sus reacciones. Más concretamente, en establecernos que estamos con un trío de idiotas que reaccionan porque Franchica les maneja con la mano metida por atrás cual títere de trapo. Nuestro encantador grupito de marionetas, después de un rato sin hablar, empiezan con una montada de puyas dignas de una flamewar entre preescolares. Marquitos se nos presenta, no como el sujeto escéptico pero culto y estudiado que nos intentaron vender en el episodio anterior, sino como un troglodita que se la pasa mandoneando al prójimo que no piensa como él. Llama a la Sue-phie "médico" a modo irónico-insultante (porque, en el insigth puesto por Paca-chan, el tipo considera a los peritos forenses unos fracasados que no lucharon para entrar a una "verdadera" carrera científica) y llama “locos con camisetas de Alien” a los que no están en su onda escéptica.
El paparazzi macabro, alias Cal, intenta defender al frikerí... esto, a los locos con camisetas de Alien, diciendo que ellos son los científicos detrás de los avances modernos. Con todo respeto Cal, pero no creo que los frikis que se compraron el boxset de la cuadrilogía de Aliens sean los mismos señores detrás de las modernas tecnologías de comunicación. Quizás ambos grupos se intersecten, pero no más que eso.
En un intento por evitar que corra más sangre, Sue-phie intenta llamar al respeto, pero sólo consigue que Marquitos-Trucutú la ponga en su sitio en una conversa fácilmente traducible en "Yo, jefe; tu subalterno. Venimos, llenamos reportes y nos largamos que hay guildwar en el WOW el viernes". Encima, le dice (cita textual): "eres auxiliar de médico, no detective". Y yo que después de ver CSI (las tres versiones), Detectives Médicos y todos esos programas de casos reanalizados me creía que los forenses eran un poco medio detectives, pero Marquitos sabrá más. Esto termina de energumenizar a la Sue-phie, pero se contiene porque el Feliciano es el que maneja.
A todas estas el hilo mental de Cal el Paparazzi Macabro canaliza al de una Suethor en flamewar. No miento: sus pensamientos sobre Marcos son en plan (cito textualmente) "Preferiría administrar un jardín de infantes antes que trabajar con semejante pelmazo" , decirle que se consiga una vida, y preguntarle cuando fue la última vez que se acostó con alguien. Porque los revolcones resuelven todo, Cal. ¿Hace cuanto tiempo que no mojas, cariño?
Para evitar golpear al Troglodita Escéptico Designado, Sue-phie se pone a leer el informe socio-económico de la zona; el cual, se nos informa, fue redactado por Marquitos en una noche de insomnio. La Sue se sorprende no sólo por lo bien hecho del informe, sino porque el sitio está en el limite inferior del nivel económico nacional. Ahí el Feliciano suelta la teoría de que los suicidas lo hacen porque no ven esperanzas a su vida en una región tan deprimida y depresiva, lo cual sería la "solución más sencilla". Cal está a punto de decir que tal vez la solución más simple no es la correcta, pero es interrumpido antes de poder siquiera insinuar que es un caso extraño. Marquitos dice que "pondrá" las cosas en orden para así poder regresar rápido a sus vidas (de mierda). Sue-phie le dice que debería decir "podremos" Y nuestro Escéptico Designado entra en modo trucutú con un diálogo pa'l bronce:
"-Lo diré por última vez. Yo, detective. Tu... «lo que sea» en términos clínicos. ¿quieres que te lo dibuje? Puedo usar manzanas".
Yo no puedo inventarme ésto. Se los juro.
Francisca ni siquiera sabe cual es la verdadera profesión de sus personajes.
Después de tan enriquecedor intercambio de opiniones, el grupo se calla por un par de horas, en las que ruedan y ruedan y ruedan pero siguen sin llegar al Puerto Engaño. Encima empieza a oscurecer, y como no encuentran el poblado empiezan a putear al personal del aeropuerto por no saber ni donde están parados y no poderse ubicar, y a Marquitos por hacerse el macho y jurar que si sabe a dónde van. Claro, más largo y peor escrito.
Y de repente, al Marcos le entra el síndrome de Meteoro, y en plena oscuridad hace un giro de 180 grados, porque al parecer vio, con sus superpoderes de vista panorámica, a una caravana de Ford Expeditions negros saliendo de un monte. Marquitos cree que si siguen a la caravanita podrán llegar al Puerto Engaño pero en realidad lo hace porque le ha sido asignada la Idiot Ball. Cal saca su cámara con teleobjetivo de la maleta, y nos confirma la “mihteriosidá” de los vehículos al decirnos que tienen los vidrios ahumados y van sin luces. Lo que nos hace preguntarnos cómo corno el Marcos se dio cuenta de su existencia. ¿Se les prendió la luz de cruce y Marquitos vio el reflejo con sus poderes de neandertal? Por cierto, en la maniobra el único mapa que tenían de la región voló por la ventana desde las manos de la Sue. Oooooh, relevante.
Ya que el Feliciano lleva la Idiot Ball hoy, decide que la caravana parece querer que la sigan, y Cal tiene el que quizás sea el único momento de verdadero escepticismo en este tocho insinuando que el conductor ha sido afectado por el exceso de televisión y la conspiranoia. Sigue un diálogo de memos que culmina cuando Marcos el Troglodita amenaza al Paparazzi Macabro con meterle una bala en el pulmón. Atentos a la amenaza de bala y pulmón, porque la seguiremos viendo seguido todo el resto de la novela. Todo el resto.
La persecución empieza a cámara lenta y el aire demuestra tener más IQ que los personajes. Paca traiciona lo que nos ha dicho del Marcos el Escéptico Asignado cuando nos dice que el señor tiene corazonadas y se deja llevar por ellas a menudo con buenos resultados. Vía cerebro de la Sue, ¡por supuesto! Y Cal suelta la obligatoria frase rompe-cuarta-pared de este episodio:
"Me siento como si estuviera en una mala película gringa".

No cariño, estás en un libro chileno muy, muy malo. No es lo mismo, pero se le parece que jode.
Tras más amenazas contra la integridad de Cal, a quien desde ahora denominamos el Butt Monkey Asignado, las camionetas empiezan a acelerar y nosotros descubrimos que lo único que puede alquilar un funcionario en una concesionaria de autos de alquiler es un Hyundai Accent. Y digo yo, ¿a ninguno de estos títeres protozooarios se le pudo ocurrir buscar un cajero automático en el mentado aeropuerto regional y hacer una colecta para alquilar una 4X4, que sería el vehículo más lógico para ir a un pueblo perdido en el fondo del sur chileno? Y no es que yo sea la mejor persona para llevar a un viaje, pero a mi sí se me ocurrió eso.
La Sue-phie presente que algo no anda bien y pide devolverse, pero Marquitos está en modo Macho On, y no va a abandonar la persecución. De repente las camionetas aceleran de tal forma que dejan una nube de polvo, y el conductor decide meterle chola al carro sin avisar. Cal logra agarrarse a tiempo y protegerse usando su maleta de escudo. Maleta que tiene en su interior a la famosa Laptop de Titanio Indestructible. Si, la misma que si le respiras encima se daña. La Sue-phie no tiene tanta suerte, y se pega un golpe en la cabeza que le saca sangre. Espero que la herida tenga relevancia y no sea sólo porque se verá dramático en la adaptación a peli (o como prejustificativo para la seguidilla de idioteces que cometerá).
Las camionetas se metieron por un camino de tierra, y por ahí mismo se meten nuestros intrépidos protas en su Hyundai Accent. Ese carro debe ser bien resistente: mi hermana tiene ese mismo modelo, y aunque el carrito va que chuta en las subidas (que en Caracas no son pocas) no está como para meterlo por un caminito de tierra. Al parecer el que les alquilaron es superior en ese aspecto, porque resiste el camino de tierra, el bosque parejo y la amenaza de tormenta.
Como todo el mundo sabe, la mejor forma de resistir un viaje a brincos es ponerse a ras del piso, así que la Sue se agacha en su puesto de copiloto, y se tira una larga reflexión mental en lenguaje semipoético que fácilmente se traduce en "Marcos es un hijo de puta desconsiderado, pero sabrá lo que hace". Y luego de eso empieza a extrañar a su medicación.
¿La Sue es ahora el Dr. House, y la xanacina es en realidad Vicodin bajo otro nombre?
Repentinamente Marquitos se pone fúrico porque le perdió la pista a los Ford (es lo que pasa cuando persigues carros negros en un bosque oscuro durante una noche sin luna mientras manejas un sedán coreano), y empieza otra pelea de memos que culmina con la inteligente observación por parte de la Sue-phie Mulder de que no escucha a los vehículos que persiguen. Tras otra gritadera, al Troglodita Designado las neuronas finalmente le hacen sinapsis, y obliga a los pasajeros a hacerla de radares. Al principio se resisten, pero basta que a Cal el Butt Monkey le recuerden la bala en el pulmón para que se dispongan, y en un momento escrito de un modo increíblemente estúpido la Soph y Cal dan la dirección correcta al mismo tiempo. ¡Los idiotas se sincronizan!
Pero repentinamente a Sue-phie le da un arranque místico por algo que vio de reojo (yo creo que es la secuela del golpe que se metió hace rato), y le pide al Marquitos que pare. Desafortunadamente los neuroconductores ya se desactivaron y el Escéptico Troglodita sigue en modo de persecución. Y en el primer momento de inteligencia que nuestra prota Sue ha demostrado hasta ahora, pasa media página de su vida luchando con Feliciano hasta poder pisar el freno con su piecito entaconado. Como obviamente el chofer no esta feliz por haber perdido a su presa, exige una explicación para ya mismo. Naturalmente, la recibe: nuestra Sue favorita señala hacia afuera, donde de un roble cuelga un letrero del año del caldo, que nuestro Butt Monkey Cal lee: es la señal de que queda un kilómetro para llegar al fabuloso pueblo de Puerto Engaño, y una página menos para que al fin venga algo de verdadera acción.

El resumen en dos centavos: trío en carrito barato se puya entre sí, en un burdo intento de caracterización, hasta que les da por perseguir a unas camionetas por el monte nomás porque lo dice el guión, y no paran hasta que la Sue los hace parar porque en un arranque místico sacado del culo finalmente vio el letrero de dirección.
¿Los MIB me prestarán el neuralizador para olvidar este bodrio y recuperar esos minutos de mi vida? Please...
... Ahora que lo pienso mejor, que no me lo presten hasta terminar con esto. El tren descarrilado me ha picado (y a ustedes también, no lo nieguen), y se los seguiré resumiendo hasta que las orejas me sangren o la vesícula me reviente, lo que pase primero.

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